lunes, 27 de agosto de 2018

EL C.D. POZOBLANCO SE ADJUDICA EL MEMORIAL MIGUEL PASTILLA.

Villa del Río C.F. 0    C.D. Pozoblanco 1

 

Villa del Río- Mathius, Juanma, Germán, Jesús, Soto, Álvaro, Enrique, Cris, Agudo, Juampe y Cámara. También jugaron: Miguel Ángel, Juan Ruiz, Agapito, Johnny, Edu, Antolín, Javi Cobos, Dani Frías, Kiki y Antonio López

Pozoblanco- Calonge, Medina, Alberto Fernández, Juanjo, Elu, Alex Cantero, Vega, Alexandro, Javi Guerrero, Iván y David Rubio. También jugaron: Ángel Arévalo, Carlos Moreno, Zara, Valentín, Domingo y Adriano.

Árbitro: José Luís Medina Blanco de la Delegación cordobesa. Estuvo asistido en las bandas por Muñoz Chups y Jurado Villarreal. No tuvo necesidad de mostrar tarjeta alguna.

Goles-  0-1 (min. 7) David Rubio

Incidencias- Un centenar de espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal en una tarde noche calurosa, en la XXIII Edición del Memorial Miguel Pastilla, en la que se viene a recordar al jugador del Villa del Río C.F. que en la década de los años 70, fallecía de manera trágica junto con su esposa, tras incendiarse el hotel de Tenerife en el que se hospedaban, cuando disfrutaban de su luna de miel.

 

Comentario- Firma: FRANCISCO J. GARCÍA

 

Alexandro y Jesús Madueño disputan un balón aéreo durante el partido.

 

El C.D. Pozoblanco se hizo con toda justicia con el Memorial Miguel Pastilla tras un partido que se decidió con un solitario y tempranero gol de David Rubio que supo estar atento y rápido ante una ingenua pérdida de balón de Germán cuando se encontraba situado como último defensor.

Sin embargo este escueto marcador debió haber sido mucho más generoso en goles, pero los palos en varias ocasiones y la falta de puntería en otras, terminaron por dejar ese mínimo guarismo que al menos sirvió para mantener un cierto interés del espectador hasta el pitido final.

Y es que la superioridad de los pozoalbenses fue palpable desde el pitido inicial. Y eso que venían de disputar en la jornada previa otra cita amistosa en Villanueva de Córdoba. Por ese motivo y con la idea de ir repartiendo esfuerzos, su técnico Juan Carlos Quero tan solo dispuso de una convocatoria de 17 jugadores, con alguna ausencia destacada y con mucha juventud en la misma.

Por su parte en el bando local Eduardo Fernández siguió con sus probaturas y quiso premiar el buen trabajo que están realizando algunos de sus jóvenes jugadores, de ahí la titularidad de Agudo, Cámara, Juampe y el juvenil Juanma, dejando en el banquillo de inicio a teóricos titulares.

 

Soto,  que se encuentra en un gran momento de forma, conduce un balón

 

La mayor calidad técnica y la fortaleza física del conjunto vallesano impidieron al cuadro local jugar de tú a tú ante su rival. Por ello plantea un partido defensivo, intentando mantener sus líneas muy juntas, manteniendo la concentración y siendo generosos en el esfuerzo. La idea era aprovechar cualquier robo de balón para salir a la contra, pero cuando lo lograban, el handicap era la enorme distancia que había hasta la portería de Calonge. Con lo que no se contaba en este planteamiento era con el error de Germán, su regalo permitió a los pozoalbenses tomar ventaja en el marcador.

Los minutos pasan con un nítido dominio visitante, además alternan tanto juego combinativo donde Elu trata de aportar ideas y visión de juego como el juego directo aprovechando el buen desplazamiento de balón de Javi Guerrero y Alberto Fernández que siempre buscaba la apertura en largo buscando las entradas a la espalda de la defensa de Vega, Alexandro y Alex Cantero.

La defensa villarrense trataba de aplacar el temporal como podía y tan solo en los últimos minutos del primer periodo dio facilidades. Y es que en el epílogo  de ese primer acto, los pozoalbenses dispusieron de tres clarísimas ocasiones de gol. Pero primero, Mathius salvó el remate de Vega que se había colado hasta la cocina, tras una gran jugada personal y el rechace de este, no lo supo aprovechar David Rubio. Dos minutos más tarde Alexandro rompe el fuera de juego y se planta solo ante el meta local, pero el poste rechaza el balón. A continuación otra ruptura de Alex Cantero termina con un remate en vaselina que se fue fuera por poco.

 

David Rubio, presionado por Cris y Soto, fue el autor del único gol del partido.

 

Tras el paso por vestuarios se producen en ambos equipos, numerosos cambios de actores, pero la película del partido continúa con el mismo guión. El Pozoblanco sigue llevando la iniciativa en el juego y se juega casi siempre en la mitad del campo local. Pero las oportunidades de gol apenas existen con una cierta claridad y los minutos transcurren, manteniendo la emoción, esa mínima diferencia en el marcador.

Curiosamente el primer disparo local a la portería contraria, acaba con el balón estrellándose en el poste. Un trallazo de Juan Ruiz obliga a estirarse a Ángel Arévalo que hasta el momento había sido un espectador de lujo. Esa jugada intimida a los pozoalbenses que tratan de cerrar el partido en el último cuarto de hora y disponen de dos claras ocasiones. Primero en los pies de Valentín, tras un saque de esquina en el que el balón merodeó el corazón del área sin que ni atacantes ni defensores supieran contactar con él. El pie de Miguel Ángel evitó que el remate de atacante blanco acabara en la red. Y unos minutos más tarde, entre el propio Miguel Ángel y el larguero evitaron el gol de Medina que había rematado de cabeza con gran potencia un balón servido desde la esquina.

 

Germán disputa a ras de suelo un balón al pozoalbense Alexandro.

 

El partido no dio para mucho más ya que el lógico cansancio se apoderó de los dos equipos, tras una pretemporada muy cargada de entrenamientos y partidos. El pitido final decretó que la XXXIII edición del Memorial Miguel Pastilla se marchara a tierras del Valle de los Pedroches. Pedro Pastilla, hermano del malogrado jugador, entregó los trofeos de subcampeón y campeón, a los capitanes de ambos equipos.