Crónica 27ª jornada Primera División Andaluza. Grupo Córdoba. Temporada 2018/2019.
Trece jornadas después el Villa del Río C.F. vuelve a perder.
VILLA DEL RÍO C.F. 1 CIUDAD JARDÍN C.D. 3
Villa del Río- Mathius, Javi Cobos, Soto, Molleja, Madueño, Cris, Johny, Enrique, Dani Frías, Antolín y Juampe. También jugaron: Edu, Agudo, Rafa Llamas y Kiki.
Ciudad Jardín- Jesús, Pedro Villarreal, Caro, Juanfran, Piñi, Mateo, Ricky, Tomy, Tomás, Antoñito e Isidro. También jugaron: Prieto, Vioque, Tate, More, Juanma y Chacho.
Árbitro- Juan Romero Campos. Estuvo auxiliado en las bandas por Torralba Arranz y Roa Jiménez. Mostró tarjetas amarillas al local Madueño y a los visitantes Antoñito, Tomás, Ricky y Canales. Expulsó con tarjeta roja directa a Canales, en el descanso.
Goles- 1-0 (min. 30) Antolín 1-1 (min. 47) Isidro 1-2 (min. 84) Piñi 1-3 (min. 94) Tate.
Incidencias- Unos trescientos espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal.
Comentario- Francisco J. García
El líder Ciudad Jardín dio un paso de gigante en su camino hacía el título liguero y el consiguiente ascenso a División de Honor, tras imponerse en el feudo de un Villa del Río que vuelve a caer derrotado trece jornadas después.
Fue un partido con dos fases absolutamente contrapuestas y coincidentes con cada uno de los periodos. La primera mitad fue de mayor dominio e iniciativa de los locales. Y eso que los de Poniente salieron al encuentro muy mentalizados y conscientes de no dar ninguna facilidad a su enrachado oponente. El juego se desarrolló en medio campo y las aproximaciones a las áreas eran tan escasas como irrelevantes. Pero con el paso de los minutos los locales aprietan y apoyados en el juego combinativo de Antolín, Enrique y Cris, comienzan a aproximarse a las inmediaciones del área de Jesús Tenor.
Sin embargo curiosamente la primera ocasión clara de gol fue para los visitantes, con una contra muy vertical, marca de la casa, en la que Tomás termina estrellando el balón en el larguero de la portería local. Y como casi siempre suele ocurrir de ese posible cero a uno, se pasó al uno a cero. Dani Frías es derribado en el área cuando dos contrarios le cerraban el paso y Romero Campos, pese al aluvión de protestas amarillas, señala el punto de penalti. Antolín no falla desde los once metros y adelanta a los suyos.
El partido entra en una fase de juego muy físico, donde las concesiones están prohibidas. Las defensas imponen su ley y evitan cualquier situación de peligro. Pero en el tiempo añadido por el colegiado de este primer periodo, pudo alterarse el marcador en uno y otro sentido. Primero con un remate del local Agudo, que partiendo en posición correcta remató fuera por poco y después, un remate de Ricky obligó a Mathius a sacar una mano milagrosa cuando el balón buscaba la red.
La retirada a vestuarios, tras el pitido final, resulta movida debido a las protestas de algunos jugadores capitalinos. Uno de ellos, el meta suplente Canales, sería expulsado tras ver segundos antes la tarjeta amarilla.
En el segundo periodo cambia la decoración por dos motivos principalmente. El Ciudad Jardín tácticamente da un paso hacía adelante consciente que este resultado adverso le complica notablemente su meta. Mientras tanto en las filas villarrenses, Cris tiene que retirarse lesionado con unas molestias musculares. La ausencia del capitán rojillo, influyó notablemente en el juego de su equipo en este segundo periodo.
La clave del partido pudo estar en el tempranero gol del empate de los visitantes. Además con una jugada de fútbol directo, al que tanto rendimiento le saca el equipo que entrena Ariel Montenegro. Corría el minuto dos, cuando Jesús Tenor pone rápidamente el balón en juego y lo sitúa en el borde del área visitante, donde Isidro pincha el balón y define perfectamente superando con una vaselina a un adelantado Mathius. Un gran gol, por el control y la definición, del jugador jarote.
El tanto deja tocado a un Villa del Río, al que le cuesta mantener la posesión del balón. Además defensivamente el Ciudad Jardín se muestra más efectivo y fruto de ese trabajo le permite acumular una mayor posesión de balón.
Los minutos pasan y el fútbol directo del líder hace sufrir a la defensa villarrense. Edu a la contra dispone de una gran oportunidad, pero solo ante Jesús, no puede superarlo. Las jugadas a balón parado y la estrategia comienzan a resultar fundamentales. Cualquier falta, cualquier saque de esquina, son sinónimo de peligro. Y en una jugada de este tipo, los capitalinos le darían la vuelta al marcador. Caro sirve desde la esquina y Piñi entre medias de una nube de jugadores, remata a la red. Con seis minutos por delante iba a ser casi imposible que los locales recuperaran sensaciones, entre otros motivos por que la defensa amarilla, tiró de practicidad y ponía de inmediato en el cielo cualquier balón que merodeara su área. Dani Frías dispuso de una gran ocasión en el añadido, pero su remate muy forzado salió muy blandito. Quien no perdonó fue Tate, dos minutos después, cuando tras una contra de su equipo, con los locales jugando a la desesperada, aprovechó un rechace de Mathius tras remate de Tomy, para marcar a portería vacía.
En resumen, venció quien más lo necesitaba. El Ciudad Jardín apela a la practicidad y a ese juego directo, del que tanto rendimiento obtiene, para lograr un triunfo vital que le acerca a su objetivo. Por su parte el Villa del Río recibe un duro revés y ve cortada su racha de doce partidos sin perder, lo que no debe empañar, en ningún momento, la excelente temporada que están realizando.
La próxima jornada el Villa del Río C.F. deberá desplazarse hasta La Rambla para enfrentarse al cuadro local en el Polideportivo Municipal Alfonso Cabello.