domingo, 28 de febrero de 2016

Un Villa del Río C.F. sin gol no puede con el Almedinilla Atco.

Los villarrenses se estrellan con la ordenada zaga visitante.

 

Crónica 23 ª jornada Segunda División Andaluza. Grupo Córdoba.

Temporada 2015/2016.

 

VILLA DEL RÍO C.F. 0

ALMEDINILLA ATCO.  0

 

Villa del Río- Mejicano, Ángel, Zamora, Germán, Medina, Cris, Faico, Figo, Tolín (Cámara min. 55), Diego (Corpas min. 46) y Muñoz.

Almedinilla- Pollo, Cristofer, Pablo, Marín, Quijote, Grego, Chiqui (Xelu min. 64), Miguel (Cristóbal min. 75), Julio (Geli min. 89), Farma y Franchu (Juangra min. 85).

 

Árbitro- Francisco Sánchez Nieves. Estuvo auxiliado en las bandas por Arenas Arjona y Centella Navas. Amonestó a los visitantes Franchu y Chiqui.

 

Incidencias- Unos doscientos cincuenta espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal de Villa del Río.

 

Comentario- Francisco J. García

 

El Villa del Río C.F. no pasó del empate sin goles en el duelo que le enfrentó al Almedinilla Atco, un equipo que se llevó el botín que vino a buscar al coliseo ribereño. Y es que no solo, no hubo goles, sino que las ocasiones para marcar también fueron contadas.

Sorprende de inicio el ambicioso planteamiento táctico local, con una defensa de tres y un centro del campo bastante poblado tratando de acompañar a los dos puntas. El dominio corresponde al cuadro rojillo pero le cuesta crear peligro ya que el armazón defensivo de los de la Subbética cordobesa apenas deja resquicios por donde entrar. Y eso que Figo y Faico estuvieron tan activos como incisivos en estos primeros compases, creando situaciones de superioridad que no se manifestaban en oportunidades.

Los visitantes se sentían cómodos en su parcela y ante cualquier recuperación de balón, inmediatamente Farma lanzaba en profundidad tratando de aprovechar la velocidad de jugadores como Franchu y Chiqui.

Mejicano se erigió en salvador de su equipo al ganarle un mano a mano a Franchu en el minuto 19 que había sorprendido a la defensa local en una vertiginosa contra.

Pero ahí prácticamente desapareció ofensivamente el conjunto visitante, cuyo único peligro, a partir de ahí, se limitó a acciones en jugadas a balón parado.

 

 

Los locales lo siguen intentando con entradas por ambas bandas, pero entre la falta de inspiración local y la seriedad defensiva azulona, apenas había peligro sobre la portería de Pollo. Una apertura de Diego sobre la subida de Zamora y el posterior servicio de éste, no lo pudo rematar con comodidad Figo ante el acoso de Quijote. Hubo tiempo también para la polémica ya que los locales reclamaron unas posibles manos de Marín en su área, pero el asistente, más cerca de la jugada, consideró que Sánchez Nieves debía continuar el juego.

La habilidad de Faico y la lucha permanente de Figo eran el único argumento ofensivo de los locales, ya que desde segunda línea apenas había llegadas. En resumen el juego ofensivo local era cada vez más previsible y por tanto menos peligroso.

Encima las ocasiones puntuales que se les presentaban tampoco las aprovechaban como ese remate de Tolín (min. 47) al cuerpo de Pollo tras centro de Zamora desde la línea de fondo. Y es que por faltar a los locales les faltó picardía, como en la jugada en la que Figo se aprovechó de una indecisión y llegó a desbordar al meta visitante, que le golpeó en la acción dentro del área. Con independencia de la intensidad del contacto, lo que si está claro, es que sin caída difícilmente cualquier árbitro te va a señalar la pena máxima. Figo prefirió seguir la jugada, que con el portero fuera de sitio, quedó en nada.

El reloj corría a pasos agigantados para el cuadro local, cuyo dominio resultaba estéril. Muy pocas ocasiones y muy poco fútbol, aunque voluntad e insistencia no faltaba. El pase largo y el fútbol directo beneficiaba cada vez más al equipo defensor, que descaradamente ya se limitaba a esa labor, en exclusividad.

 

 

Entre tanto la dupla Figo-Faico trataban de buscar peligro en cualquier desaplicación pero si en ocasiones su lucha en solitario contra la nutrida y ordenada zaga rival resultaba una misión imposible, en otras, la puntería de ambos tampoco estaba en su mejor momento.

Visto lo visto las jugadas a balón parado se convertían en la mejor opción tanto por el posible remate, como por las segundas jugadas o rebotes que pudiera generar. Así en los últimos minutos se repitieron con frecuencia las mismas. En el noventa un inesperado fallo del zaguero Quijote dejó un balón franco a Figo, pero su remate se fue fuera.

Unas ligeras gotas de lluvia propiciaron la aparición del arco iris en el horizonte. Con el pitido final algún aficionado villarrense disgustado por el resultado, echaba mano del citado efecto meteorológico para explicar la inoperancia ofensiva de los suyos. "Este equipo no le hace un gol ni al arco iris" se oyó por los graderíos y visto lo visto, razón no le faltaba a ese aficionado.

El próximo domingo, el Villa del Río C.F. vuelve a jugar en el Polideportivo Municipal. Se enfrentará a partir de las 17 horas al Recreativo Pozoblanco.