domingo, 2 de noviembre de 2014

Ya se sabe. Lo que mal empieza, mal acaba.

 

Crónica partido 8ª jornada de liga de la Segunda División Andaluza.

Grupo de  Córdoba.

 

C.D. Fuente Obejuna 3  Villa del Río C.F. 0

 

Fuente Obejuna- Chicho, Sergio Guillén (Ian min. 89), Ángel, Sergio Rojas, Rafa Serrano, Juanmi, Ricky (Fale min. 85), Alberto, Carlos Martínez (Raúl min. 84), Rafalillo y Josué (Montenegro min. 71).

Villa del Río- Fran (Mejicano min. 46), Sergio del Moral (Mariano min. 46), Madueño, Cristian (Muñoz min. 46), Elena, Agapito, José Luís (Robles min. 57), Cris, Jesús (Pedrito min. 65), Majuelos y Prieto.

Árbitro- Cantador Ponti. Estuvo auxiliado en las bandas por Delgado Criado y Teso Rodríguez. Amonestó al los locales Juanmi, Sergio Guillén, Rafa Serrano, Rafalillo y Chicho y a los visitantes Agapito, Madueño, Cris y Mariano. Expulsó por doble tarjeta amarilla al local Ángel (min. 78) y a su entrenador Javi de la Torre (min. 70).

 

Goles-  1-0 (min. 7) Carlos Martínez de penalti  2-0 (min. 33) Rafalillo  3-0 (min. 55) Alberto.

 

Incidencias- Unos ochenta espectadores se dieron cita en el Estadio Municipal de Fuente Obejuna en una mañana soleada y de elevada temperatura, impropia de principios de noviembre. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de un familiar de una jugadora del cuadro femenino local.

 

 

Comentario-  (Firma: Francisco J. García)

 

Un severo correctivo se llevó el Villa del Río C.F. en su desplazamiento a tierras mellarienses, donde cayó con contundencia ante un rival que fue muy superior. La clave del partido estuvo en la intensidad con la que ambos disputaron el duelo. Mientras que los locales se empleaban al máximo en todas sus acciones, los villarrenses estuvieron apáticos y totalmente desconocidos.

 

 

Posiblemente pudo influir el mazazo moral recibido en el minuto dos de juego, cuando Agapito estrellaba en el larguero un lanzamiento de penalti. Penalti por cierto muy riguroso, tras un choque entre Ángel y José Luís y que fue muy protestado por los jugadores y aficionados locales. Por segunda semana consecutiva el Villa del Río C.F. volvía a desaprovechar una pena máxima. Con regalos así, es muy difícil ganar cualquier partido.

Lógicamente esta jugada relanzó los ánimos de los locales, que jugaron siguiendo el guión sabido. La corpulencia y la experiencia de Carlos Martínez en el juego aéreo y la velocidad y la calidad de Rafalillo arrancando por la banda. Los demás a fajarse por la posesión del balón, destacando por su lucha y su pelea. Por otro lado la veteranía de la mayoría de sus efectivos les daba una ventaja en determinadas acciones del juego. Además con muy pocos minutos de juego, ya se pudo comprobar otro hecho determinante y fue la bisoñez del colegiado, que por cierto, debutaba en la categoría.

Y en la primera oportunidad que se le presentó trató de equiparar las dudas que pudiera tener en su conciencia sobre la señalización del  anterior penalti. Y tras un lanzamiento lateral de falta de Ricky, vuelve a señalar el punto fatídico, tras unas presuntas manos de Madueño, que situado en la barrera, las tenía pegadas al cuerpo. Ley de compensación se llamaba eso en las crónicas de antaño. Carlos Martínez no falla y pone por delante a los rojinegros.

El Villa del Río trata de recomponerse, pero es incapaz de echar el balón al suelo y dar tres o cuatro pases seguidos. Entre la presión del rival, muy encima en todas las acciones y la falta de movilidad, era muy difícil crear peligro. José Luís lo intenta, minuto 17, pero su remate muy flojo y centrado acaba en las manos de Chicho.

Cantador Ponti vuelve a equivocarse de manera flagrante al no señalar como penalti un derribo de Elena a Rafalillo en el área. Sin lugar a dudas el más claro, por no decir el único que fue penalti, de las tres jugadas para la polémica.

En el minuto veinticinco Carlos Martínez remata de cabeza alto un saque de banda muy largo de Sergio Guillén. Hasta que ocho minutos más tarde una arrancada de Rafalillo desde su banda, tras jugada personal por el borde del área, acaba en el segundo gol del partido tras un remate colocado junto a la base del poste. La distancia en el marcador se amplía y prácticamente, visto lo visto, se hacía insalvable. En medio de la desorientación villarrense, Ricky en el minuto 34 pone en serios apuros a Fran con un remate desde la frontal. Dos tímidos remates de Prieto y Agapito fueron lo único reseñable ofensivamente de los visitantes en el sprint de este primer periodo.

 

 

Los tres cambios realizados por Roger en el descanso son una buena prueba de la disconformidad del técnico marmolejeño con el juego de su equipo. El relevo en la portería parecía estar acordado, pero con la entrada de Mariano y Muñoz, se intenta atar más en corto al peligroso Rafalillo e intentar controlar mejor el juego con la incorporación del centrocampista. Agapito retrasaba su posición al eje de la defensa y así se evitaba una posible segunda cartulina amarilla, que por cierto la pudo ver por reiteración de faltas durante el primer periodo. Pero los locales siguen a lo suyo, apretando mucho y jugando con demasiada comodidad. Un gol anulado a Carlos Martínez (minuto 53) por fuera de juego, dio paso a la sentencia local tras una dejada de Rafalillo a la frontal del área, que fue aprovechada por Alberto ante la pasividad generalizada de la defensa villarrense. Nadie salió a tapar el tiro del ocho rojinegro. El tres a cero si que era determinante, aunque quedara media hora por delante de juego. Y es que el Villa del Río apenas creaba peligro, abusaba del pelotazo y el área local parecía territorio prohibido. La defensa mellariense parecía un muro insalvable y tan solo a balón parado, pudo marcar Majuelos (minuto 59) tras un lanzamiento directo del falta, sacado de la misma escuadra por un Chicho muy motivado. Hay que recordar que el portero local estuvo a prueba en el Villa del Río durante el pasado verano, pero finalmente se descartó su incorporación.

En el minuto sesenta el colegiado Cantador Ponti vuelve a cometer un gravísimo error, cuando tras una vertiginosa contra local llevada por cuatro atacantes contra dos defensores, no aplica la ley de la ventaja en una falta a la desesperada de Mariano sobre Rafalillo, cuando la jugada había continuado con una manifiesta superioridad local. En esa jugada resultó expulsado el técnico local Javi de la Torre por sus justificadas, aunque desproporcionadas protestas.

El partido ya había derivado en un continuo intercambio dialéctico entre jugadores, con una inexplicable aquiescencia arbitral, que no supo cortar de raíz las continuas protestas y reivindicaciones entre unos y otros. Menos mal que el partido llevaba decidido mucho tiempo y sus errores no tendrán apenas trascendencia. Pero es que resulta inexplicable que si expulsa al local Ángel por una segunda tarjeta amarilla cuanto menos rigurosa, dejara impune dos patadas de Elena y Agapito en la misma jugada y sobre el mismo jugador, con la intención de cortar la jugada local. En resumen un arbitraje con demasiados errores en su haber y donde la juventud y la inexperiencia de los colegiados resultaron decisivas. Afortunadamente no influyeron en el resultado final.

Mientras tanto el Villa del Río no pudo ni hacer el gol del honor y lo tuvo José Robles en sus botas en el descuento, pero su remate, cuando estaba completamente solo ante Chicho se marchó fuera.

 

 

En definitiva justa y merecida, la segunda derrota liguera de un Villa del Río obligado a reaccionar de manera inmediata, cuanto menos en actitud y sacrificio sobre el terreno de juego. Y es que este grupo cordobés de la Segunda Andaluza te exige emplearse en cada partido al cien por cien de tus posibilidades, de lo contrario cualquier rival, por muy mal clasificado que vaya, seguramente te dará un serio disgusto. Así que este partido no deja de ser un mero aviso.

La próxima cita liguera del Villa del Río C.F. será el próximo domingo día 9 de noviembre en el Polideportivo Municipal (17 horas) ante el C.D. Montalbeño.