domingo, 30 de noviembre de 2014

Con regalos y sin puntería, la derrota es inevitable

Crónica partido 12ª jornada de liga de la Segunda División Andaluza. Grupo de  Córdoba.

  

Atlético Palma del Río 3  Villa del Río C.F. 2

 

Palma del Río- Rafa, Mansilla, Copete, Jacinto, Borja, Antonio José, Chiqui (Víctor min. 73), David (Coni min. 80), Javi Doménech (Pollo min. 89), Adrián y Juan Ramón.

Villa del Río- Fran, Mariano, Madueño (José Luís min. 46), Agapito, Cristian, Sergio, Jacinto, Germán (Agudo min. 70), Robles (Deves min. 55), Muñoz (Majuelos min. 3) y Zamora.

Árbitro- Blanco Font. Estuvo auxiliado en las bandas por Toro Martínez y Berna Rico. Amonestó al los locales Copete y Antonio José y a los visitantes Agapito y Majuelos.

 

Goles-  1-0 (min. 19) Javi Doménech de penalti  1-1 (min. 25) Robles  2-1 (min. 61) Mariano en propia puerta  3-1 (min. 69) Mansilla  3-2 (min. 86) Deves.

 

Incidencias- Un centenar de espectadores se dieron cita en el Anexo de césped artificial del Complejo Deportivo El Pandero en una mañana soleada y de buena temperatura.

 

 

Comentario-  (Firma: Francisco J. García)

 

El Villa del Río C.F. volvió a escribir el mismo guión de sus últimas derrotas. De nuevo se vuelve de vacío tras disputar un partido en el que durante muchos minutos se muestra superior al rival, pero ya se sabe que el fútbol se decide en las áreas y en ellas fue el Palma del Río quien se mostró más certero o más efectivo. Y es que de nuevo la ineficacia ofensiva y los regalos en defensa jugaron en contra de los villarrenses. De que sirve crear hasta ocho ocasiones nítidas de gol, si luego tan solo eres capaz de materializar dos de ellas. Con semejante efectividad no solo desperdicias la posibilidad de tomar una ventaja franca en el marcador, si no que a la misma vez le das vida a un rival, que en una situación muy comprometida en la tabla clasificatoria, una victoria en diez partidos, seguía creyendo en sus posibilidades.

Encima la diosa fortuna parece estar también en contra de los villarrenses. Ya que a los lesionados ya conocidos como Rubio, Cris y Prieto, se unieron en este partido Muñoz y Madueño. Especialmente reseñable la lesión del centrocampista, no solo por su importancia en el sistema táctico rojillo, sino por que la misma se produjo en el primer minuto de juego. Un esguince de tobillo, dejó al Villa del Río sin su teórico canalizador de juego.

De inicio Roger sorprende a propios y extraños con una alineación totalmente inesperada, dejando en el banquillo a tres de sus hombres gol (José Luís, Deves y Majuelos) y planteando de inicio un equipo donde Jacinto, Sergio, Germán, Muñoz y Zamora se situaban en medio campo, con Robles como única referencia ofensiva. El técnico marmolejeño justificó dicho planteamiento en cuestiones tácticas ya que consideraba que la presencia de esos tres jugadores en el segundo periodo podría resultar más determinante.

La lesión de Muñoz y la entrada de Majuelos apenas supone variación táctica alguna y el de Marmolejo ocupa la media punta tratando de aportar su visión de juego.

 

 

Pero todo se rompe sobrepasado el cuarto de hora, cuando un centro de Mansilla desde su banda toca claramente en el brazo de Agapito y el claro penalti es transformado en gol por Javi Doménech. Aunque no hubo voluntariedad en la acción del defensor, el colegiado adopta un criterio rígido, que posteriormente no mantendría.

Se torcían las cosas para los villarrenses que ya habían comenzado, mucho antes, su recital de falta de puntería. En el minuto seis Zamora tuvo el gol en sus botas en la misma línea de gol, pero su falta de decisión a la hora de buscar el pase de la muerte de Jacinto, propició que un defensor bajo palos evitara esa clara oportunidad.

Los locales dominaban en el marcador e intentaban hacer su juego sobre todo por la banda derecha, pero dejaban muchos huecos en medio campo y con una defensa muy adelantada propiciaba las contras villarrenses.

Encima también el asistente Berna Rico les perjudicó notablemente, tras un fuera de juego señalado erróneamente a Majuelos (min. 24) cuando encaraba en solitario a Rafa, ya que el balón venía de la cabeza de un jugador contrario.

Un minuto después empataría el Villa del Río con una jugada similar, pase largo en profundidad de Agapito sobre el desmarque de Robles, que rompe el fuera de juego y de vaselina bate a Rafa. Minuto veinticinco de juego y empate a un gol.

De ahí al final del primer periodo, los visitantes fueron muy superiores ya que hicieron una perfecta lectura del partido, pero no supieron rubricarlo en el marcador. Y eso que hubo hasta tres ocasiones tremendamente claras para hacer gol. Pero ni Robles (min. 35), solo ante Rafa en una jugada idéntica a la de su gol, ni Majuelos (min. 37) en un lanzamiento directo de falta, ni Jacinto (min. 38) desde el vértice del área chica, acertaron con la portería contraria. Así que de poder marcharse a vestuarios con un marcador muy favorable, los villarrenses lo hicieron con tablas en el marcador e incluso pudo ser peor ya que en el descuento del primer periodo se anuló un gol al local Borja por fuera de juego.

 

 

Tras el descanso, José Luís ocupa la plaza del lesionado Madueño, por lo que Zamora retrasa su posición al lateral. En el primer minuto Robles desde la frontal pone a prueba a Rafa con un disparo seco y colocado. Pero el partido ve como su decoración cambia. El Palma del Río se reorganiza tácticamente y ya no adelanta tanto su defensa e incluso mete un punto más de intensidad a todas sus acciones. El partido se complica y más tras dos discutidas decisiones arbitrales que perjudicaron ostensiblemente al Villa del Río, ya que Blanco Font pasó por alto dos claros penaltis en el área local. El primero tras mano de un defensor, tan aparatosa, que el propio jugador se quedó parado, obviando el balón y esperando el pitido arbitral. Y diez minutos más tarde en un derribo de Copete a Devés, sobre la línea de fondo, que incluso dejó una aparatosa herida en la rodilla del delantero iliturgitano.

Y lo ingrato que en ocasiones puede resultar este deporte llamado fútbol. En la contra de esta misma jugada, llega el segundo gol local. Zamora no sabe aguantar la acometida de Chiqui y en su ímpetu, deja vía libre al delantero local cuyo pase de la muerte es rematado por Javi Doménech y Mariano termina involuntariamente alojando el balón en el fondo de las mallas de su propia portería. El Villa del Río acusa el golpe y su juego poco a poco se va diluyendo. La circulación de pelota en medio campo carece de fluidez y los delanteros apenas tienen opciones de crear peligro. En medio de tanta espesura, llega otra indecisión defensiva. Nadie acierta a cerrar la jugada personal de Chiqui paralela a la línea del área. Cristian llega tarde y derriba al jugador local. La falta en el semicírculo del área grande, acaba en gol tras un remate duro de Mansilla a la base del poste. Fran que debía haber tapado ese palo, era el suyo, estaba situado detrás de la barrera. Aunque quedaban veinte minutos por delante, el marcador y el estado anímico de ambos contendientes dictaminaban que el partido estaba sentenciado y más que sentenciado. Los villarrenses lo intentan hasta el pitido final y tan solo Deves a cuatro del final pudo batir a Rafa con un disparo cruzado tras un buen pase de Majuelos.

 

 

En resumen nueva derrota liguera de un Villa del Río que sigue haciendo buena esa máxima futbolística que dice que "quien perdona, pierde" y sigue pagando un alto precio por sus desaplicaciones en las áreas. Igualmente sigue sin tener esa pizca de suerte tan necesaria en el fútbol. Y es que tanto la plaga de lesiones que asola a la plantilla como algunas decisiones arbitrales, están influyendo en el devenir competitivo del equipo. Esperemos que pronto lleguen tiempos mejores y se pueda reconducir la trayectoria. Por el momento el próximo fin de semana, tampoco se podrá incrementar el número de puntos en la tabla clasificatoria ya que el Villa del Río C.F. debe cumplir la obligada jornada de descanso de todos los equipos participantes en la categoría.