Crónica partido 23ª jornada de liga de la Primera División Andaluza. Grupo de Córdoba.
Triunfo muy meritorio de los villarrenses que tuvieron que superar numerosos inconvenientes.
El Villar C.D. 0 Villa del Río C.F. 5
El Villar- Roberto, Mini, Panita, Cristian, Silverio, Caraballo, Manolillo, Samuel, Maikel, Manolín y Pichardo. También jugó: Habichuela
Villa del Río- Mejicano, Álvaro, Soto, Agapito, Ángel, Obregón, Jhony, Barbecho, Mesa, Figo y Edu. También jugaron: Huevo, Celso y Luís Elena.
Árbitro- Juan Notario Rodríguez. Estuvo auxiliado en las bandas por Maya Cubero y Medina Blanco. Amonestó al local Mini y a los visitantes lo fueron Obregón, Agapito, Barbecho y Luís Elena.
Goles- 0-1 (min. 4) Figo 0-2 (min. 25) Barbecho 0-3 (min. 36) Mesa 0-4 (min. 46) Mesa 0-5 (min. 76) Obregón.
Incidencias- Unos veinte espectadores se dieron cita en el Estadio Interprovincial de El Villar, pedanía de la localidad cordobesa de Fuente Palmera.
Objetivo cumplido. La visita del Villa del Río C.F. a El Villar se saldó de manera favorable a sus intereses, con una victoria por goleada, lo que le permiten sumar tres nuevos puntos, que le acercan un poquito más al objetivo de la permanencia.
Y es que pese a la condición de colista de su rival, los villarrenses no las tenían todas consigo. Aunque El Villar tenga más que asumido su descenso de categoría, no es menos cierto, que en casi todos sus partidos suele plantarle cara a sus oponentes y posiblemente antes de que acabe la competición pudiera arañar algún punto en cualquiera de los siete partidos que le restan por disputar.
Ese era el principal temor villarrense, que el empuje del rival unido a una cierta relajación o confianza suya, pudiera desembocar en la pérdida de algún punto tan necesario en ese complicado camino hacía la meta de la permanencia.
Barbecho, que hizo un gran partido, trata de superar el acoso de dos rivales.
Y la verdad es que el partido estuvo mucho más complicado y difícil, de lo que pueda decir ese contundente marcador final. La expedición villarrense tuvo que superar un sinfín de obstáculos antes de hacerse con tan preciado botín. En primer lugar las bajas rojillas dejaron a Tomás Joven con tan solo 14 jugadores disponibles. A los lesionados Cris y Muñoz, se unieron de manera sorpresiva a última hora Zamora y Pablo.
Por otro lado existía también una cierta preocupación sobre el estado del terrizo terreno de juego de El Villar. Al personarse los expedicionarios en las instalaciones deportivas, parecía no estar tan mal, pero la intensa lluvia que cayó durante más de media hora en la previa del partido, dejó el terreno convertido en un auténtico fangal.
Así que hubo que arremangarse y ponerse el mono de trabajo desde el pitido inicial. Los villarrenses salen muy mentalizados, con un sistema táctico muy ofensivo y tratando de ensanchar el campo para dificultar las labores defensivas del cuadro local.
Y las cosas no pueden arrancar mejor, ya que antes del minuto cuatro, Figo había anotado el primer gol de su equipo. Fue, tras un pase al espacio de Obregón sobre el desmarque de Edu, que ganó la espalda a su marcador y asistió a su compañero para que marcara desde cerca.
Mesa, bigoleador en el partido, intenta cortar el avance de Silverio.
Pero este gol tiene un efecto contrario a la lógica. Y es que los villarrenses pierden la concentración y el sitio en el terreno de juego. El cuadro local se aprovecha de ello y en diez minutos crean hasta cuatro ocasiones muy claras sobre la portería de Mejicano. Así, en el minuto siete, el remate de Maikel desde la frontal se fue lamiendo el poste. Tres minutos más tarde Manolillo solo ante Mejicano no sabe superarlo, al igual que Samu cuyo remate de cabeza obligó al meta a sacarse el balón de encima como pudo.
Tomás Joven viendo que su equipo estaba siendo desbordado, reacciona de inmediato y cambia de sistema táctico, retrasando a Obregón a la línea defensiva y juntando líneas.
Este cambio hace el efecto deseado y los visitantes recuperan solvencia y presencia. Agapito y Barbecho se fajaban en medio campo con un trabajo a destajo. Precisamente un robo de balón del primero, permitió al segundo, tras un gran pase de Figo, plantarse solo ante Roberto, superarlo en el regate y subir el segundo gol de su equipo al marcador.
El partido parecía encarrilado, pero los inconvenientes seguían apareciendo en el devenir del partido. Los locales juegan en ocasiones al límite del reglamento y Agapito recibe una entrada muy dura, el sonido de la patada se oyó en todo el campo, sin que Notario Rodríguez, situado a escasos metros de la jugada, sancionara absolutamente nada. O mejor dicho sí, la acción terminó con tarjeta amarilla para Obregón por protestar airadamente la acción. Y es que el colegiado realizó un arbitraje muy discutido. No sólo siguió el juego desde muy lejos, sino que tuvo un criterio muy particular en las sanciones administrativas. Riguroso y taxativo con las protestas, pero excesivamente benevolente con el juego duro. Visto lo visto, el juego se fue poniendo más brusco y ni el tercer gol rojillo, obra de Mesa con un remate parabólico desde veinticinco metros, pudo calmar los ánimos.
El villarrense Álvaro trata de frenar el avance de Caraballo.
Pese al marcador en contra, los locales no cejan en su empeño. Su mayor adaptación el terreno de juego, les permite salir airosos en todos los balones divididos. Y Obregón salva con la punta de su bota, el más que posible gol de Caraballo, que a puerta vacía iba a empujar un despeje de Mejicano.
El descanso permite replantear ideas y el Villa del Río afronta la reanudación sabedor que la ventaja es cómoda pero no definitiva. Así antes del minuto dos, Mesa volvería a batir a Roberto con un disparo colocado, que clarificaba aún más las cosas.
Pero ni con cuatro goles por debajo en el marcador, los locales bajaron la guardia. Siguieron apretando de los lindo y con Silverio como referencia ofensiva crearon ocasiones de peligro. Mejicano tuvo que jugarse el tipo saliendo a los pies de los atacantes locales.
En ocasiones esta impulsividad local volvía a exceder los límites del reglamento con la condescendencia de un árbitro demasiado permisivo. Los minutos pasan y los cambios volantes permiten a Tomás Joven mantener la intensidad de su equipo. El gol que cerraría la cuenta, llegaría a poco menos de un cuarto de hora para el final y fue obra del veterano Obregón, tras un acertado lanzamiento directo de falta.
Celso conduce el balón ante la oposición de Habichuela.
A partir de ahí el Villa del Río pareció centrarse más en resguardar su portería y evitar cualquier lesión, que en aumentar su renta. Aunque Mesa, con un precioso remate en plancha, en el que el balón lamió el poste, estuvo a punto de hacer el sexto.
Afortunadamente y con un buen criterio, Notario Rodríguez dio el pitido final en el mismo minuto noventa. El Villa del Río C.F. sale airoso de un partido en el que tenía mucho que perder y muy poco que ganar. Esos tres puntos que entraban en las previsiones, le permiten acceder hasta la octava plaza de la clasificación, a tan solo tres de la quinta plaza y a cinco de las posiciones de descenso. Es el sino de una categoría que está más igualada y equilibrada que nunca, donde en un estrecho margen de ocho puntos, hay nada más y nada menos que diez equipos ubicados. Y con siete jornadas por delante todavía, quedan asuntos por decidir.
El próximo sábado 24 de marzo ha sido la fecha escogida por la delegación cordobesa de la Federación Andaluza de Fútbol para la celebración de la jornada 22, que fue suspendida en su día debido al temporal que azotaba a nuestra provincia. El Villa del Río C.F. deberá desplazarse hasta Almedinilla, para enfrentarse al actual tercer clasificado, en su Estadio Antonio Pulido. El partido comenzará a partir de las cinco de la tarde.