lunes, 25 de octubre de 2021

El Villa del Río C.F. sigue sin saber lo que es ganar en casa.

Crónica 6ª jornada Primera División Andaluza de Córdoba. Temporada 2021/2022.

 

Los locales desperdician una ventaja de dos goles y vuelven a caer derrotados.

 

VILLA DEL RÍO C.F.  4  LUCECOR C.D. 5  

 

Villa del Río- Sergio Hinojosa, Álvaro, Soto, Madueño, Tena, Cris, Darío, Rafa Llamas, Durán, Medina y Hugo. También jugaron: Lucas, Fran Soriano, Rubio y Mario.

Lucecor- Rafa Pavón, Cabrera, Chorlo, Pitito, Víctor Egea, Pablo, Ayala, Erick, Cristian, Migue Calvillo y Fran. También jugaron: Víctor Castillo, Iván, Cañete y Adri.

Árbitro- Gabriel Fernández Regidor. Estuvo auxiliado en las bandas por Conde García y Molero Moyano. Amonestó a los locales Álvaro, Cris, Rafa Llamas, Rubio y al entrenador Alberto Frías y a los visitantes Chorlo, Gallardo (banquillo), Adri, Iván, Rafa Pavón y al delegado Paco Viso.

Goles-  1-0 (min. 29) Cris 1-1 (min. 36) Pablo  2-1 (min. 45) Darío  3-1 (min. 47) Darío  3-2 (min. 64)  Pitito 3-3 (min. 67) Chorlo  3-4 (min. 75) Migue Calvillo  4-4 (min. 80) Durán de penalti  4-5 (min. 86)   Víctor Castillo.

 

Incidencias- Unos trescientos espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal de Villa del Río en una tarde soleada y calurosa. Como curiosidad indicar que sin una causa justificada, el descanso fue más extenso de lo reglamentario, superando los veinte minutos de duración.

 

Comentario- Francisco J. García-

 

En un partido loco, de aquellos que le encanta al público pero que suele enfadar y no poco, a los entrenadores, el Lucecor se llevó la victoria y los tres puntos del Polideportivo Municipal ante un Villa del Río de dos caras muy diferentes, que no supo amarrar la renta de dos goles en el marcador, que llevaba al inicio del segundo periodo.

Cristian trata de escapar de la marca de Soto.

Y eso que los locales hicieron un partido muy serio, mostrando una elevada intensidad, lo que les permitía presionar a su rival muy arriba, en su intento de robar balones en su línea de creación. Pero desde esos primeros compases se pudo comprobar la verticalidad del juego de los de Lucena, basada en dos jugadores muy veloces como Pablo y Migue Calvillo, que jugaban muy pegados a la línea de banda.

La lesión de Víctor Egea, se dolía de una rodilla, tras disputar un balón desde el suelo, supone un serio contratiempo para su equipo.

El cuadro local arriesga con un planteamiento valiente, ya que cualquier mínima desaplicación, podía originar las rápidas contras de los visitantes.

En esa disyuntiva deambulaba el juego, cuando el marcador se estrena de manera absolutamente inesperada. Cris ejecuta una falta lateral y cuando todo el mundo espera el centro, su disparo raso se pasea por el área, para entrar en la portería junto a la base del palo opuesto.

El gol relanza los ánimos del cuadro rojillo, que segundos después y plenos minutos de euforia, ve como el larguero rechaza un disparo de Durán desde la frontal.

Durán presiona la salida de balón de Pitito.

Pero al Villa del Río de la presente temporada, le están haciendo goles con muy pocos argumentos de los rivales. Y buena prueba de ello, fue el gol del empate. Pase largo sobre Pablo que gana la espalda a la defensa y su remate desde el vértice del área, sorprende a Sergio Hinojosa a contrapié cuando retrocedía hacia su marco.

El Lucecor juega la pelota con mucho criterio y al mezclar velocidad y juego combinativo pone en aprietos a la zaga local. Migue Calvillo en el minuto cuarenta remató a las nubes un balón suelto en el área. Pero serían los locales los que volverían a tomar ventaja con un gol en un minuto psicológico. Con el crono rondando el minuto cuarenta y cinco, Tena se anticipa a un rival y roba el balón. Inicia una contra y sirve a Darío que ante el acoso de un defensor y la salida del portero, aloja el balón en la red.

Hasta el descanso lo único reseñable, la lesión de Álvaro, que al despejar en solitario un balón, se hizo daño en su rodilla y tuvo que abandonar el terreno de juego, con grandes signos de dolor.

El comienzo del segundo periodo no pudo ser más positivo para el Villa del Río ya que el equipo seguía muy enchufado y mostraba actitud y ambición. Durán pudo hacer el tercero, pero su remate en posición franca fue muy centrado al cuerpo del portero. Mas suerte hubo en la siguiente jugada, ya que Darío se hizo con un balón suelto en el área y batió por bajo a Rafa Pavón. En esos momentos nadie podía imaginarse un resultado final que no fuera el triunfo de los locales, dada la superioridad que se estaba mostrando sobre el tapiz verde.

Darío trata de robarle el balón a Pablo con Erick, de testigo.

Pero si hay algo en lo que el Villa del Río sigue flaqueando, es en su alarmante fragilidad defensiva. Y dos jugadas a balón parado, mal defendidas, sin contundencia y sin intensidad en las marcas, propician en apenas tres minutos que el conjunto de Lucena, con goles de sus dos centrales Pitito y Chorlo pusieran de nuevo las tablas en el marcador.

Con semejantes concesiones, los villarrenses acusan el golpe y les asaltan las inseguridades. Los nervios son malos compañeros de fatigas y frente a un rival en clara progresión ascendente, el partido tomaba otra dirección. El cuarto gol visitante se veía venir, sobre todo porque el equipo comienza a acusar un cierto bajón físico. Un balón robado por Migue Calvillo en la línea de medios es el inicio de un slalom, que ante la pasividad defensiva local, le permite deshacerse de hasta cuatro rivales y plantarse en solitario ante Sergio Hinojosa para batirlo junto a la cepa del poste. Un golazo en una brillante acción individual del hábil interior lucentino, pero nadie en el Villa del Río supo frenar con una falta táctica la jugada personal de este jugador. En esas acciones es donde hay que ganarse una merecida tarjeta y no en protestas absurdas, que casi nunca llevan a nada.

Tena presiona a Cristian, mientras que Víctor Castillo  se desmarca, con Lucas a su lado.

Con un cuarto de hora por delante el cuadro local tiene que apelar a la casta y al coraje, para tratar de evitar la derrota. Las piernas comienzan a fallar y los balones divididos son en su totalidad de los oponentes, pero jugando más con el corazón que con la cabeza tratan de llevar el peligro al área visitante.

Una jugada por banda derecha acaba con un centro raso desde la línea de fondo y Durán al ir a rematar el balón es arrollado por un contrario. La pena máxima no admite discusión, aunque Fernández Regidor se olvida de la amonestación al infractor. Rafa Llamas parecía el destinatario de la ejecución del penalti, pero el chaval Durán arriesga y le pide el balón. Su lanzamiento desde los once metros, pese a que Rafa Pavón llega a tocar el esférico, acaba en gol.

Una locura de partido, empate a cuatro y diez minutos todavía por delante. Pero el juego estaba desequilibrado y la superioridad visitante era evidente, ante la falta de frescura física del cuadro local. La movilidad y la velocidad en la circulación de balón de los lucentinos traían en jaque a la zaga local. A cuatro del final llegaría la jugada que decidiría el choque, con la línea defensiva muy adelantada, una abertura de Cañete a la banda derecha, hace que Migue Calvillo entrando desde atrás, rompa el fuera de juego y tras plantarse solo ante Sergio Hinojosa asiste a su compañero Víctor Castillo que a portería vacía hace el cuatro a cinco, con el que finaliza el choque.

El popular seguidor villarrense, Antonio Paillo, sigue sin ver ganar a su equipo.

En resumen duro varapalo para un Villa del Río con dos caras diametralmente opuestas, muy bien en actitud y mejorando en esa efectividad realizadora, que estaba bajo mínimos. Pero la solvencia defensiva y el bajón físico de los últimos minutos, obligan a una cierta reflexión, ya que le han castigado severamente en ese partido.

Por otro lado con la lesión de Álvaro, la enfermería sigue con una alta ocupación y visto lo visto, no sería descabellado pensar en la llegada de algún refuerzo, dadas la limitaciones cuantitativas y cualitativas del equipo.

La próxima semana el Villa del Río C.F. deberá desplazarse, a falta de confirmación de día y hora, hasta Palma del Río para enfrentarse en el Complejo Deportivo El Pandero al Palma del Río Atlético, equipo que entrena el que fuera hace dos temporadas técnico villarrense, Eduardo Fernández Álvarez. Por su parte, el Lucecor C.D. recibirá en el Estadio Ciudad de Lucena, la visita de la Peña de Los Leones del Ath. de Bilbao de Pozoblanco.