Crónica partido 15ª jornada de liga de la Primera División Andaluza.
Grupo de Córdoba.
Dos goles psicológicos condenaron al Villa del Río C.F. a un merecido revés.
Atco. Villanueva F.B. 4 Villa del Río C.F. 1
Villanueva- Pedro, Félix, Moisés, Shisa, Miguel, Villarreal, Agustín, Perru, Isidro, Pistacho y Miguel Ruiz. También jugaron: Paleta y David Rubio.
Villa del Río- Corona, Mariano, Soto, Agapito, Ángel, Cris, Barbecho, Obregón, Mesa, Figo y Zamora. También jugaron: Álvaro, Edu, Pablo y Luís Elena.
Árbitro- Rafael David Muñoz Cámara. Estuvo auxiliado en las bandas por Hervás Fernández y Marcos López. Amonestó a los local Perru y a los visitantes Cris y Barbecho.
Goles- 1-0 (min. 43) Miguel Ruiz 1-1 (min. 72) Obregón 2-1 (min. 73) Paleta 3-1 (min. 76) Miguel Ruiz 4-1 (min. 80) Agustín.
Incidencias- Unos ciento cincuenta espectadores se dieron cita en el Estadio Municipal Bartolomé Carmona "Carmonilla" de Villanueva de Córdoba en una mañana muy fría. 5º de temperatura a la hora de comenzar el partido, encima llovió de manera muy débil durante todo el primer periodo. En el descanso y en el bar del estadio, la junta directiva local invitaba a los aficionados, con cada consumición, a un plato de cocido calentito, que sinceramente nos sirvió a algunos para poder entrar en calor.
Comentario- (Firma: Francisco J. García)
El Villa del Río C.F. pagó con una merecida derrota, sus graves errores, en el partido que ponía punto y final a la primera vuelta de la competición. Un contundente resultado, quizás excesivo para los méritos que uno y otro equipo demostraron sobre el terreno de juego, pero ya se sabe que en este mundo del fútbol lo que deciden los triunfos, y por tanto otorgan los puntos en litigio, son los goles. Y el cuadro jarote supo tener una mayor efectividad y ser mucho más certero que un conjunto villarrense que fue claramente de más a menos.
Mariano despeja un balón ante el acoso de Pistacho.
Y eso que ambos conjuntos afrontaron la cita sencillamente con lo puesto. Tanto Mario Rojas como Tomás Joven tuvieron que ingeniárselas para poder presentar unos once iniciales con las mayores garantías. No es de extrañar por tanto que durante los primeros minutos del envite, hubiera síntomas de inseguridad en ambas formaciones, dedicadas mucho más a no cometer errores que a buscar la portería contraria. Demasiado respeto y mucho temor a concederle situaciones de ventaja táctica al rival.
Hasta pasada la media hora de juego, no llegarían los primeros remates con cierto peligro sobre las porterías rivales. Un zurdazo del lateral Perico se fue fuera por muy poco y en la primera llegada villarrense sería Pedro Gañán quien salvaría a su equipo con dos intervenciones consecutivas de un enorme mérito. Primero sacando con el pie un remate cruzado de Barbecho y en el posterior rechace, el remate a bocajarro de Mesa se topó con la mano salvadora del meta local. Una doble ocasión desperdiciada que termina condicionando el resultado.
Mesa conduce un balón ante la mirada de dos jugadores jarotes.
El juego estaba muy equilibrado en esa fase de partido, con un cuadro local que trataba de llevar la iniciativa y un conjunto visitante muy bien situado en el terreno de juego. Cuando el resultado inicial parecía que iba a continuar hasta el obligado receso, llegaría de manera sorpresiva el primer gol local. Una falta al borde del área es sacada de manera rápida por Agustín sobre el desmarque de su compañero Pistacho, situación que pilla en el limbo a medio equipo villarrense. El pase de la muerte del diez local es rematado en primera instancia por Villarreal, Corona despeja como puede el remate a bocajarro y su rechace es empujado a las redes por Miguel Ruiz.
El despiste defensivo le costaba a los villarrenses un gol en contra y en un minuto psicológico, en la antesala del descanso.
Tras el obligado paso por vestuarios y con el paso de los minutos, los locales reafirman su dominio. Siempre tratan de ensanchar el campo para aprovechar las subidas por ambas bandas de Shisa y Perico. Por otro lado la movilidad de su línea de ataque, donde en ocasiones su referencia Isidro retrasaba su posición para la entrada de jugadores de segunda línea, creaba algunos desbarajustes en el sistema defensivo villarrense.
Miguel Antonio Corona mantuvo a su equipo con opciones tras realizar dos buenas intervenciones a remates de Isidro (min. 59) y Agustín (min. 67). Claro que en la otra portería Pedro Gañán, aunque no tenía excesivo trabajo, si que estuvo acertado a meter su pierna y evitar que el centro de Soto fuera rematado por Figo, en el rechace Mesa perdió una oportunidad de oro, por no rematar a la primera y dejar que el defensor se le echara encima.
Figo trata de llevarse el balón ante la presión de Miguel.
El Villa del Río C.F. empata el partido en una jugada a balón parado. El saque de falta de Cris es rematado en medio escorzo por el incombustible Obregón. Un histórico de aquel C.D. Villanueva, que llegó a militar en la Segunda División B, ponía las tablas en el marcador.
Pero las esperanzas villarrenses duraron apenas unos segundos, ya que en el siguiente minuto y tras un saque de esquina, saltan al alimón Isidro y Ángel quedando el balón muerto en medio del área pequeña, donde el recién entrado Paleta no desaprovecha el regalo y fusila a un vendido Corona. Otro gol psicológico que dejaba mentalmente a los villarrenses muy tocados. Con poco más de un cuarto de hora por delante, a su técnico Tomás Joven no le queda más remedio que arriesgar tácticamente. Da entrada al renqueante Edu por Zamora, dejando una defensa de tres en la que Obregón retrasaba su posición. Sin embargo esta modificación no da los resultados esperados ya que el equipo pierde presencia en medio campo y seguridad defensiva. El tercer gol local, obra de Miguel Ruiz a rematar completamente solo en el corazón del área un centro de Shisa desde la línea de fondo, terminó por decantar la cita.
Con un Villa del Río abatido y fuera del partido, el juvenil local Agustín superaba en el mano a mano a Corona, cerrando el marcador. Quedaban diez minutos por delante en los que los visitantes tirando de orgullo trataron de maquillar el resultado. Los locales estuvieron muy concentrados y en los escasos errores que tuvieron, como el de Pedro Gañán en el minuto 87, Luís Elena no supo definir en una inmejorable situación.
Barbecho grita de dolor tras recibir un golpe involuntario de Pistacho.
Visto lo visto, el árbitro entendió que no era lógico conceder tiempo añadido y en el mismo minuto noventa, decretó el final del partido. En resumen justo triunfo de un cuadro jarote que se afianza como posible alternativa al dominio de un Peñarroya cada día más líder. Por su parte el Villa del Río estuvo falto de contundencia en ambas áreas, por lo que encadena su segunda derrota liguera consecutiva y en un campeonato tan igualado y equilibrado como éste, supone su automático acercamiento a las posiciones de descenso. Encima el próximo domingo, volverá jugar lejos de su estadio. En esta oportunidad se desplazará hasta Cabra, para enfrentarse al C.D. Egabrense a partir de las 17:30 horas en la Ciudad Deportiva María Dolores Jiménez Guardeño.