Crónica partido 27ª jornada de liga de Regional Preferente de Córdoba.
Peñarroya- Lolo, Julián, Fonfo, Moyano, Polonio, Cipri, Julio (Manu min. 60), Balsera, Alfonso (Expósito min. 88), Tomás (Durán min. 89) y Cano (Javi Prats min. 76).
Villa del Río- Marcial, Fernando (Mariano min. 53), Fran, Javi Nieto, Elena, Sergio Guillén, Rubio (Canales min. 62), Cris (Moya min. 80), Robles, Serrano y Yedres.
Árbitro: Luque Cabello. Estuvo auxiliado en las bandas por Torralbo Romero y Pérez Vázquez. Amonestó a los locales Julián, Cipri, Manu, Alfonso, Tomás y Cano y a los visitantes Mariano, Javi Nieto, Sergio Guillén, Canales y Yedres. Expulsó por doble tarjeta amarilla al visitante Fran (min. 82) y con tarjeta roja directa a sus compañeros Robles (min. 57), Mariano (min. 87) y Marcial que estaba en el banquillo (min. 70)
Goles- 1-0 (min. 11) Alfonso 2-0 (min. 36) Alfonso
Incidencias- Unos ciento veinte espectadores se dieron cita en el Estadio de Casasblancas de Peñarroya en una tarde soleada y de temperatura agradable. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de José Sánchez, directivo del Peñarroya recientemente fallecido.
Comentario- Firma: FRANCISCO J. GARCÍA
El descenso ha dejado de convertirse en una seria amenaza para ser una firme realidad para el Villa del Río. De hecho tras la disputa de la vigésimo séptima jornada liguera la fatídica décimo tercera plaza, última condenatoria, se encuentra a tan solo tres puntos de distancia. Y con tan solo tres jornadas para la conclusión del campeonato los vaticinios no son nada halagüeños para el club villarrense, primero por que el calendario que le resta es tremendamente complicado con enfrentamientos ante rivales que también se juegan su futuro, caso de Almodóvar y Belmezano y segundo por que el equipo no gana desde el 17 de febrero (2-0 al Sur) por lo que lleva casi dos meses, en concreto seis partidos, sin sumar los tres puntos en litigio. Encima sanciones y lesiones están dejando bajo mínimos a la plantilla debiendo tirar de jugadores del juvenil, que por cierto también están disputando su propia competición.
Entre tanta incertidumbre y centrándonos en el partido del pasado domingo, decir que el triunfo del Peñarroya fue totalmente justo y merecido. Los del Alto Guadiato salieron muy concienciados a disputar el partido y desde el minuto uno trataron de imponer un ritmo muy alto de juego. Apretaron de lo lindo en medio campo y en ocasiones jugando al límite del reglamento tratando de traducir en el marcador lo más pronto posible su dominio. Y así la primera parte se convirtió en un monólogo local con dos claros protagonistas en el juego, uno por cada bando, Alfonso por los de casa y Dani por los visitantes. El centro delantero local trajo en jaque a la defensa villarrense con sus desmarques, sus quiebros y su pegada. Lógicamente buena parte de culpa la tuvieron sus propios compañeros que lo buscaban de manera continúa. Menos mal para el Villa del Río que en su portería estaba Dani, un jugador que reaparecía tras casi cuatro meses y medio lesionado, y que estuvo sensacional. Hasta cinco remates de gol salvó el guardameta villarrense en este primer periodo, todos ellos a Alfonso. Desde el mano a mano del minuto 4, pasando por un remate a bocajarro en el minuto 16 tras regatear a Javi Nieto y Elena, o el remate en el segundo palo del minuto 20 y terminando por la increíble mano que sacó en el minuto 42 tras un remate desde el punto de penalti. Dani hizo todo lo posible por mantener a los suyos en el partido. Los remates de Alfonso en los minutos 11 y 36 fueron sencillamente imparables, sobre todo el segundo tras un obús que entró por la misma escuadra. El Villa del Río trataba a aguantar el chaparrón y apenas se prodigó sobre la portería de Lolo. El único disparo a puerta visitante sería obra de Robles en el minuto cuarenta y tres. A estas alturas del partido el juego trabado y la intensidad desmedida en algunas acciones originó que el colegiado tuviera que echarse en varias ocasiones la mano al bolsillo para sacar las pertinentes amonestaciones.
Tras el descanso la posesión del balón se equilibra. Los locales sufren un lógico desgaste físico y además se mantienen firmes en su campo tratando de salir a la contra. Pero las áreas apenas tenían protagonismo. El juego se deriva en torno a la actuación arbitral. A Luque Cabello empieza a venirle muy largo el partido. La expulsión de Robles en el minuto 57, termina por romperlo. Los villarrenses que ya quejaron con anterioridad del criterio arbitral al perdonarle al final del primer periodo la segunda tarjeta amarilla al local Tomás tras una jugada en la que pareció merecerla, vieron como en esta ocasión la rigurosidad arbitral fue máxima con el nueve villarrense. Según la propia acta, Robles fue expulsado por "dirigirse a mi diciendo, árbitro tú eres el primero que tienes que dar ejemplo, con insinuación de falta de respeto hacía mi persona. Todo ello gritando de forma amenazante". En cualquier otro campo y con cualquier otro equipo, posiblemente no hubiera pasado de una simple tarjeta amarilla. Pero la fama que le precede al Villa del Río parece volverle a pasar factura. Con uno menos en el campo los villarrenses siguen intentando aproximarse al área de Lolo, cosa que difícilmente consiguen, aunque el rival tampoco lo hace. El centrocampismo convierte el partido en muy físico y una trifulca en medio campo se traslada a la zona de banquillos donde unos y otros intercambian recriminaciones verbales y algún que otro empujón. Tras cuatro minutos de juego detenido se calman los ánimos y la única medida disciplinaria que toma el colegiado es la expulsión del portero suplente del Villa del Río, Marcial, cuando en uno y otro banquillo se perdieron los modales. La expulsión de Fran en el minuto 82 dilapidó definitivamente la posibilidad de cualquier reacción visitante. Dos justas tarjetas amarillas recayeron en el lateral aunque los villarrenses se quejaban y con razón que en jugadas similares en la otra dirección había una mayor permisividad. Ya quedaba tan solo esperar el pitido final ya que con dos jugadores menos el objetivo era no encajar más goles. La expulsión de Mariano a instancias del asistente Torralbo Romero dejaba al Villa del Río con tan solo ocho jugadores sobre el terreno de juego. En resumen una nueva derrota que volverá a pasar factura ya que salvo que el Comité de Competición diga lo contrario, ni Marcial, ni Fran, ni Robles, ni Mariano al que hay que unir Sergio Guillén por acumulación de cinco tarjetas amarillas y Sergio Romero al que le queda otro partido por cumplir, estarán con su equipo en la cita del próximo domingo nada más y nada menos que ante un Almodóvar que se estará jugando el ascenso en el Polideportivo Municipal. Se necesita una reacción inmediata, de lo contrario la pérdida de la categoría puede ser una realidad.
Peñarroya C.F. 2 Villa del Río C.F. 0
Peñarroya- Lolo, Julián, Fonfo, Moyano, Polonio, Cipri, Julio (Manu min. 60), Balsera, Alfonso (Expósito min. 88), Tomás (Durán min. 89) y Cano (Javi Prats min. 76).
Villa del Río- Marcial, Fernando (Mariano min. 53), Fran, Javi Nieto, Elena, Sergio Guillén, Rubio (Canales min. 62), Cris (Moya min. 80), Robles, Serrano y Yedres.
Árbitro: Luque Cabello. Estuvo auxiliado en las bandas por Torralbo Romero y Pérez Vázquez. Amonestó a los locales Julián, Cipri, Manu, Alfonso, Tomás y Cano y a los visitantes Mariano, Javi Nieto, Sergio Guillén, Canales y Yedres. Expulsó por doble tarjeta amarilla al visitante Fran (min. 82) y con tarjeta roja directa a sus compañeros Robles (min. 57), Mariano (min. 87) y Marcial que estaba en el banquillo (min. 70)
Goles- 1-0 (min. 11) Alfonso 2-0 (min. 36) Alfonso
Incidencias- Unos ciento veinte espectadores se dieron cita en el Estadio de Casasblancas de Peñarroya en una tarde soleada y de temperatura agradable. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de José Sánchez, directivo del Peñarroya recientemente fallecido.
Comentario- Firma: FRANCISCO J. GARCÍA
El descenso ha dejado de convertirse en una seria amenaza para ser una firme realidad para el Villa del Río. De hecho tras la disputa de la vigésimo séptima jornada liguera la fatídica décimo tercera plaza, última condenatoria, se encuentra a tan solo tres puntos de distancia. Y con tan solo tres jornadas para la conclusión del campeonato los vaticinios no son nada halagüeños para el club villarrense, primero por que el calendario que le resta es tremendamente complicado con enfrentamientos ante rivales que también se juegan su futuro, caso de Almodóvar y Belmezano y segundo por que el equipo no gana desde el 17 de febrero (2-0 al Sur) por lo que lleva casi dos meses, en concreto seis partidos, sin sumar los tres puntos en litigio. Encima sanciones y lesiones están dejando bajo mínimos a la plantilla debiendo tirar de jugadores del juvenil, que por cierto también están disputando su propia competición.
Entre tanta incertidumbre y centrándonos en el partido del pasado domingo, decir que el triunfo del Peñarroya fue totalmente justo y merecido. Los del Alto Guadiato salieron muy concienciados a disputar el partido y desde el minuto uno trataron de imponer un ritmo muy alto de juego. Apretaron de lo lindo en medio campo y en ocasiones jugando al límite del reglamento tratando de traducir en el marcador lo más pronto posible su dominio. Y así la primera parte se convirtió en un monólogo local con dos claros protagonistas en el juego, uno por cada bando, Alfonso por los de casa y Dani por los visitantes. El centro delantero local trajo en jaque a la defensa villarrense con sus desmarques, sus quiebros y su pegada. Lógicamente buena parte de culpa la tuvieron sus propios compañeros que lo buscaban de manera continúa. Menos mal para el Villa del Río que en su portería estaba Dani, un jugador que reaparecía tras casi cuatro meses y medio lesionado, y que estuvo sensacional. Hasta cinco remates de gol salvó el guardameta villarrense en este primer periodo, todos ellos a Alfonso. Desde el mano a mano del minuto 4, pasando por un remate a bocajarro en el minuto 16 tras regatear a Javi Nieto y Elena, o el remate en el segundo palo del minuto 20 y terminando por la increíble mano que sacó en el minuto 42 tras un remate desde el punto de penalti. Dani hizo todo lo posible por mantener a los suyos en el partido. Los remates de Alfonso en los minutos 11 y 36 fueron sencillamente imparables, sobre todo el segundo tras un obús que entró por la misma escuadra. El Villa del Río trataba a aguantar el chaparrón y apenas se prodigó sobre la portería de Lolo. El único disparo a puerta visitante sería obra de Robles en el minuto cuarenta y tres. A estas alturas del partido el juego trabado y la intensidad desmedida en algunas acciones originó que el colegiado tuviera que echarse en varias ocasiones la mano al bolsillo para sacar las pertinentes amonestaciones.
Tras el descanso la posesión del balón se equilibra. Los locales sufren un lógico desgaste físico y además se mantienen firmes en su campo tratando de salir a la contra. Pero las áreas apenas tenían protagonismo. El juego se deriva en torno a la actuación arbitral. A Luque Cabello empieza a venirle muy largo el partido. La expulsión de Robles en el minuto 57, termina por romperlo. Los villarrenses que ya quejaron con anterioridad del criterio arbitral al perdonarle al final del primer periodo la segunda tarjeta amarilla al local Tomás tras una jugada en la que pareció merecerla, vieron como en esta ocasión la rigurosidad arbitral fue máxima con el nueve villarrense. Según la propia acta, Robles fue expulsado por "dirigirse a mi diciendo, árbitro tú eres el primero que tienes que dar ejemplo, con insinuación de falta de respeto hacía mi persona. Todo ello gritando de forma amenazante". En cualquier otro campo y con cualquier otro equipo, posiblemente no hubiera pasado de una simple tarjeta amarilla. Pero la fama que le precede al Villa del Río parece volverle a pasar factura. Con uno menos en el campo los villarrenses siguen intentando aproximarse al área de Lolo, cosa que difícilmente consiguen, aunque el rival tampoco lo hace. El centrocampismo convierte el partido en muy físico y una trifulca en medio campo se traslada a la zona de banquillos donde unos y otros intercambian recriminaciones verbales y algún que otro empujón. Tras cuatro minutos de juego detenido se calman los ánimos y la única medida disciplinaria que toma el colegiado es la expulsión del portero suplente del Villa del Río, Marcial, cuando en uno y otro banquillo se perdieron los modales. La expulsión de Fran en el minuto 82 dilapidó definitivamente la posibilidad de cualquier reacción visitante. Dos justas tarjetas amarillas recayeron en el lateral aunque los villarrenses se quejaban y con razón que en jugadas similares en la otra dirección había una mayor permisividad. Ya quedaba tan solo esperar el pitido final ya que con dos jugadores menos el objetivo era no encajar más goles. La expulsión de Mariano a instancias del asistente Torralbo Romero dejaba al Villa del Río con tan solo ocho jugadores sobre el terreno de juego. En resumen una nueva derrota que volverá a pasar factura ya que salvo que el Comité de Competición diga lo contrario, ni Marcial, ni Fran, ni Robles, ni Mariano al que hay que unir Sergio Guillén por acumulación de cinco tarjetas amarillas y Sergio Romero al que le queda otro partido por cumplir, estarán con su equipo en la cita del próximo domingo nada más y nada menos que ante un Almodóvar que se estará jugando el ascenso en el Polideportivo Municipal. Se necesita una reacción inmediata, de lo contrario la pérdida de la categoría puede ser una realidad.