Crónica partido 23ª jornada de liga de Regional Preferente de Córdoba.
Alcázar C.D. 1 Villa del Río C.F. 1
Alcázar- Barrosos, Saez, Keita, Vella (Rafa Pérez min. 46), Sanjurjo, Lora (Dubo min. 77), Canario, Juande, Ordóñez, Miguel (Víctor min. 65) y Pedrajas (Nacho min. 58).
Villa del Río- Zamora, Agapito, López, Elena, Nico, Javi Nieto, Juan Carlos, Jacinto (Mariano min. 72), Juanma, Cris y Yedres (Sergio min. 62).
Árbitro- Ramos Ramos. Estuvo asistido en las bandas por Morales Relaño y Angulo Pérez. Solventó con éxito un partido muy difícil de arbitrar. Amonestó a los locales Sanjurjo, Vella, Canario y Miguel y a los visitantes Elena, Yedres y López.
Goles- 0-1 (min. 5) Cris 1-1 (min. 78) Dubo
Incidencias- Unos ciento cincuenta espectadores se dieron cita en las Instalaciones Deportivas Municipales del Fontanar de la capital cordobesa.
Comentario- Firma: FRANCISCO J. GARCÍA.
La igualada final y el consiguiente reparto de puntos, uno para cada equipo, no habrá dejado contentos ni a unos ni a otros. El motivo es que con este resultado, ambos equipos se siguen complicando su existencia y aunque los locales hayan salido momentáneamente de los puestos de descenso a Primera Provincial, estos siguen estando excesivamente cerca de un solo punto de distancia. Mientras que los visitantes ven como dicha zona está cada vez más cerca.
Es comprensible por tanto el enfado final de ambos contendientes, sobre todo por que los dos equipos tuvieron opciones para haberse llevado el partido, pero ya se sabe que en el mundo del fútbol los errores, defensivos y ofensivos, se pagan y de ahí el resultado final, insuficiente para el objetivo común de ambos.
El partido no defraudó en absoluto y eso que los prolegómenos no eran nada halagueños, ya que los dos entrenadores tuvieron que ingeniarselas para superar las numerosas bajas con las que afrontaban el envite. Así en los locales Juan, Sergio Linares, Hyppi, Tore y Tono no podían ser de la partida, mientras que en los visitantes Miguel Prieto, Montilla, Alfonso, Muñoz, Julio y Navas tampoco estaban aptos. Aún así el juego arrancó con un ritmo frenético y con un Villa del Río muy metido en el partido. Así algunos espectadores rezagados no habían tomado asiento cuando el primer gol hizo acto de presencia. Una falta directa botada por Cris, salvó perfectamente la barrera y entró en la portería de Barroso. Otro obstáculo más a superar en el camino verdinegro. Pero los pupilos de Juanfran se sobreponen al gol en contra e incluso unos minutos después en su primera aproximación al área rival pudieron empatar pero el veterano Zamora estuvo muy atento al remate de Miguel que intentó elevarle el balón por encima. En estos primeros minutos el nivel de intensidad en el juego era muy alto y el balón pasaba de una a otra área en cuestión de segundos. Pudieron repetir suerte los villarrenses en el minuto 13, tras un libre indirecto que tocó Nico para que Cris rematara con potencia e hiciera lucirse a un Barroso que ya comenzaba a mostrar su buenas maneras tanto con las manos (parando) como con el pié ya que sus saques de puerta rápidos y precisos suponían contraataques seguros para su equipo. El partido seguía a un ritmo muy vivo y ambos equipos muy conscientes de los mucho que se jugaban, fueron derivando el juego hacía terrenos mucho más problemáticos. Así el juego brusco, los malos modos, las recriminaciones verbales, las protestas al árbitro y la exageración de cualquier falta o roce para provocar la tarjeta del rival, originaron que el partido se radicalizara. Afortunadamente el obligado descanso y la charla que el colegiado dio a ambos capitanes en el vestuario, dejó en un hecho aislado los incidentes anteriores. Eso sí antes del parón, pudo empatar el Alcázar pero Miguel en el área pequeña no acertó a rematar un envenenado saque de falta de Pedrajas. Juanfran apuesta por la experta zurda de Rafa Pérez como una de las posibles vías para asaltar la defensa villarrense.
Los locales incrementan su presión y tácticamente adelantan líneas comenzando a encerrar a su rival en su parcela. Pero el Villa del Río está serio en defensa y Nico y Elena se fajan sacando balones. Además ven como a la contra pueden hacer daño y sus rápidas transiciones comienzan a crear peligro sobre la meta de Barroso. Juanma en el minuto 60 remata a las nubes en el área pequeña un pase de la muerte de Agapito. Sinceramente parecía más difícil echarla fuera. La velocidad del recién entrado Sergio supone un alivio para la acosada defensa villarrense, a la hora de salir a la contra. Pero se sigue perdonando ocasiones clarísimas para sentenciar y ni Sergio ni Juanma en los minutos 70 y 71 aciertan a batir la meta rival. Y ya se sabe que en el mundo del fútbol quien perdona pierde, o al menos lo acaba pagando. Unos segundos tan solo, diez o doce como máximo, tras haberse incorporado al terreno de juego, necesitó Dubo para en el primer balón que tocaba, hacer con su cabeza el gol del empate. El desmarque fue perfecto pero no menos preciso fue el saque de la falta por parte de Rafa Pérez. A doce minutos del final el partido cambio por completo. Los locales venidos arriba no cejan en su empeño de meter balones arriba y los visitantes comienzan a tener dudas. Pero aun así el partido se rompe por completo, el juego en medio campo es efímero o sencillamente no existe. La rapidez en las transiciones parece ser la mejor arma para sorprender a la defensa rival. Las oportunidades se suceden en una y otra portería. Barroso adornándose con una palomita detuvo el intencionado remate de Sergio (minuto 82). Pero para ocasión clara la que tuvo Dubo en su cabeza (minuto 85), solo sin portero ni defensa que le incordiase, a puerta vacía, remató arriba un servicio desde la banda derecha. Ahí tuvo el Alcázar un partido que pudo ganar, con ese remate de Dubo e incluso pudo perder, ya que en el tercer minuto del descuento Cris remató al larguero desde la frontal del área, y lo acabó empatando frente a un Villa del Río, al que también la igualada final le supo a poco. Unos y otros deberán seguir sufriendo para lograr una permanencia en la categoría que cada jornada que pasa se está poniendo tan cara como complicada.