sábado, 10 de octubre de 2020

El oficio del Ciudad Jardín se impone a la voluntad villarrense.

Los de Poniente se adjudican la LIII edición del Trofeo Matías Prats.

 

Villa del Río C.F. 0  Ciudad Jardín C.D. 2

 

Villa del Río-  César, Raúl Casín, Zamora (Soto min. 58), Álvaro, Juanma (Luís min. 32), Cris, Edu Carriel (Agustín min. 60), Madueño (Vidosa min. 54), Fran Zamora (Agudo min. 54), Prieto (Hugo min. 80) y Juampe (Alfonso min. 54).

Ciudad Jardín- Canales, Márquez, Alvarito, Domingo, Mateo (Alex min. 46), Prieto (Rubén min. 66), Tate (Miguel Ángel min. 46), Juanillo, Josemi (Rafa Pérez min. 31), Sojo y Portales.

Árbitro: José Carlos Baena Espejo de la Delegación cordobesa. Estuvo asistido en las bandas por Roa Jiménez y Conde García. Amonestó a los locales Cris y Edu y al visitante Juanillo.

Goles-  0-1 (min. 35)  Prieto   0-2 (min. 52) Sojo.

Incidencias- Unos ciento cincuenta espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal en una tarde calurosa. La asistencia de público estuvo regulada por el protocolo contra el COVID-19 establecido por la Federación Andaluza de Fútbol.

Los dos Prieto, uno por  cada equipo,  frente a frente.

 

Comentario- Firma: FRANCISCO J. GARCÍA

 

Los goles de Prieto y Sojo, uno en cada periodo, permitieron al Ciudad Jardín llevarse con toda justicia la LIII edición del Trofeo Matías Prats. El mayor oficio y la sobriedad defensiva del conjunto que entrena Carlos Losada terminaron por doblegar el trabajo y la voluntad de un animoso Villa del Río.

Dicen que en ocasiones los partidos se deciden por detalles y éste podría servir como ejemplo. Los de la capital estuvieron mucho más certeros en ambas áreas, en la contraria porque su efectividad fue muy alta y supieron materializar en gol, dos graves desaplicaciones defensivas de los locales. Primero cuando Prieto absolutamente desmarcado y a la salida de un córner, enganchó una volea tras el servicio desde la esquina de Portales y después, tras realizar un vertiginoso contraataque, ante una absurda pérdida de balón de su rival, que sería culminado por la velocidad de Sojo que supo definir entre las piernas de César. Muy poco más fue el bagaje ofensivo de los amarillos, al que habría que añadir un disparo muy intencionado de Portales (min. 11) al que César respondió con una gran intervención.

Todo lo demás en el Ciudad Jardín fue una excelente demostración de trabajo defensivo. Tácticamente rozaron la perfección, el equipo estuvo muy bien situado y supo bascular y presionar para cerrar líneas de pase. Al Villa del Río le costaba iniciar la jugada, por lo que en ocasiones caía en precipitaciones y apenas crearon peligro sobre la meta de Canales en el primer periodo.

Imagen del primer gol del partido marcado por el capitalino Prieto.

 

Tras el obligado paso por vestuarios, cambia la decoración los locales salen con renovados bríos y los cambios efectuados por José Antonio Saucedo le dan otro aire a su equipo. Fran Zamora tuvo el empate en sus botas pero Canales estuvo muy acertado. Y lo que es el fútbol, del posible empate se pasó en un minuto a la sentencia visitante. El gol de Sojo dinamitaría las intenciones locales de una posible remontada, pero lejos de venirse abajo, siguieron apretando y buscar resquicios en el engranaje defensivo de su oponente. Algo que con el paso de los minutos irían encontrando ya que el Ciudad Jardín bajó su tono físico, algo lógico teniendo en cuenta la altura de la temporada en la que nos encontramos y que Carlos Losada, tan solo pudo alinear a quince jugadores.

Tate trata de controlar un balón ante la mirada de Juampe y Juanillo.

 

El gol fue una de las asignaturas pendientes del Villa del Río en el ejercicio liguero precedente y la verdad es que volvió a evidenciar el mismo defecto. Un saque de esquina botado por Cris al corazón del área, fue rematado a las nubes por Agudo, en mitad del área pequeña. Y unos minutos más tarde, una gran jugada de Luís por la banda izquierda, acabó con un pase atrás rematado excesivamente cruzado por Agustín.

No llegaba ese gol que ilusionara a los jugadores rojillos, que encima tampoco tuvieron a la diosa fortuna de su lado. Un gol materializado por Agudo (min. 74) fue anulado por un fuera de juego que sería muy protestado por los jugadores y aficionados locales.

Zamora intenta superar al lateral Márquez.

 

El Villa del Río en un gesto que le honra terminó el partido, apretando y jugando en campo rival, pero la puntería no era su mejor virtud y Hugo (min. 85) desde la frontal, envió fuera del recinto deportivo, un remate desde la frontal del área, tras una asistencia de Vidosa que habría subido por su banda.

En resumen, los goles deciden las victorias y el Ciudad Jardín que hizo dos, se llevó con todo merecimiento el triunfo y el Trofeo Matías Prats, en un partido más efectivo que brillante.  El Villa del Río voluntarioso y trabajador, gustó a sus aficionados, pero sin puntería en el remate final es muy difícil hacer goles y por tanto, ganar los partidos.