lunes, 26 de enero de 2015

El Villa del Río sigue pagando con derrotas sus errores.

Crónica partido 18ª jornada de liga de la Segunda División Andaluza.

Grupo de  Córdoba.

 

 Recreativo Pozoblanco 3  Villa del Río C.F. 2

Pozoblanco- José Manuel, Carlos Javier, Antonio, Aytami, Ángel Luís (Penty min. 73), Chaves, Rafa Medrán (Dani min. 87), Bejarano, Juanjo (David min. 57), Emilio y Javi.

Villa del Río- Fran (Mejicano min. 46), Salva, Zamora, Agapito (Mariano min. 84), Cristian, Germán (Jesús min. 73), Pedrito (Agudo min. 58),  Jacinto (Cris min. 68), José Luís, Muñoz y Prieto.

Árbitro- Rodríguez Vílchez. Estuvo auxiliado en las bandas por Sánchez Carreras y Parlón Cortés. Amonestó al los locales Bejarano, Aytami y Emilio y a los visitantes Germán y Cristian

 

Goles-  1-0 (min. 7) Rafa Medrán  1-1 (min. 14) Cristian  2-1 (min. 15) Javi  2-2 (min. 20) Prieto  3-2 (min. 83) Chaves de penalti.

 

Incidencias- Unos cincuenta de espectadores se dieron cita en las Instalaciones Deportivas Eleuterio Olmo Bermejo Municipal del Recinto Ferial de Pozoblanco en una tarde soleada. En la segunda mitad el número de asistentes aumentó considerablemente, la disputa con posterioridad a este partido, del Pozoalbense-Palomera Naranjo en categoría femenina tuvo mucho que ver.

 

Comentario-  (Firma: Francisco J. García)

 

La ineficacia del Villa del Río C.F. en sus desplazamientos se está convirtiendo en una rutinaria costumbre que se está perpetuando peligrosamente en el tiempo. Desde el pasado 19 de Octubre (0-0 en Bujalance), los villarrenses llevan más de tres meses sin  sumar punto alguno fuera de casa y eso que se ha visitado desde entonces, Fuente Obejuna, Belmez, Palma del Río, La Carlota, Cañete de las Torres y el pasado domingo Pozoblanco. En todas esas poblaciones hubo que volverse de vacío. Y todas esas derrotas, prácticamente producidas bajo los mismos parámetros. Ineficacia ofensiva y pájaras defensivas de inexplicable justificación.

En tierras pozoalbenses se volvió a vivir algo parecido. Y no debería servir como excusa, las numerosas e importantes bajas (Madueño, Majuelos, Córdoba, Devés, Sergio, Rubio, Elena y Robles) con las que el equipo afrontó la cita. O incluso la labor arbitral, que resultó muy correcta. Ya que con los jugadores desplazados, hubo opciones para haber obtenido un resultado positivo, cosa que finalmente no ocurrió.

¿Qué pasó entonces?. Pues que este Villa del Río sigue cometiendo errores imperdonables que terminan pasándole una elevada factura. De nada sirve que se tenga una actitud más que decente, que físicamente el equipo muestre una buena imagen, que se realice uno u otro planteamiento táctico, si al final todo esto se tira por la borda en acciones de una total ingenuidad.

 

 

Frente a un rival, que tiene su orgullo, que trata de salir de la zona de descenso y que llevaba dos victorias consecutivas, no se puede realizar ninguna concesión. Y la primera fue permitirles que tomaran ventaja en el marcador, lo que lógicamente les supuso una enorme inyección de moral. Y no se tardó mucho en comenzar con los regalos defensivos. En el minuto siete, Juanjo juega en la frontal del área, rodeado de hasta tres jugadores villarrenses que les cierran cualquier opción de remate o de pase. Inexplicablemente Cristian va al suelo y derriba al jugador local. Falta señalada por el colegiado a escasamente dos metros de la frontal del área. Rafa Medrán, hermano del jugador madridista, ejecuta la falta hacía el palo defendido por el portero Fran, que no logra atajar el esférico. Sin apenas romper a sudar ya se iba por debajo en el marcador.

El Villa del Río no se descompone y logra empatar en una jugada a balón parado. Corner que bota Antonio Muñoz y testarazo inapelable en el segundo palo del central Cristian. Pero la alegría del gol villarrense apenas duró, exactamente cuarenta segundos. Ya que tras sacar de centro el cuadro local, un balón colgado al área, la defensa villarrense adolece de contundencia y el despeje muy blandito cae a los pies de Rafa Medrán que pone la asistencia a Javi para que supere por alto a Fran.

 

 

Los blanquiazules habían hecho dos goles en sus dos primeros remates a puerta y lo que es peor en jugadas precedidas de concesiones villarrenses.

En medio campo los rojillos juegan el balón con criterio con Antonio Muñoz realizando funciones de media punta y José Luís como referencia de ataque. Una caída a banda del escurridizo jugador villarrense, provoca un uno contra uno con el lateral Antonio, al que supera por velocidad y el pase de la muerte es remachado por Prieto en el segundo palo. Era el empate a dos. Cuatro goles en apenas veinte minutos de juego.

Pero ahí se frenó la eficacia y casi la presencia ofensiva de ambos conjuntos. La lucha se estableció en medio campo y la efectividad de las defensas terminó por imponer su ley. Un remate desde el suelo de Prieto (minuto 27) fue el único tiro con cierto peligro antes del descanso.

En la reanudación y con el relevo de Mejicano por Fran en la portería villarrense, el juego sigue por los mismos derroteros. Mucho centrocampismo y pocas ocasiones en las áreas. Ya se iba viendo que el partido se lo iba a llevar quien no cometiera errores en defensa. Pudo y debió marcar el Villa del Río en una clarísima oportunidad de José Luís (minuto 50) que recibió, solo ante José Manuel, pero su remate falto de maldad fue al cuerpo del portero. También pudo marcar el local Chaves (minuto 58) tras un saque de esquina, en el que Mejicano falló estrepitosamente en su salida, pero el cabezazo del seis local se fue fuera por muy poco. Los cambios efectuados en los dos equipos apenas supusieron variación alguna en el juego. El empate, como mal menor, se vislumbraba como resultado factible para los intereses de los dos equipos. Pero a diez minutos del final y con apenas un minuto de diferencia todo se vino abajo. Y con un mismo protagonista Agapito. Primero con una acción en el área local (minuto 80) en la que el central villarrense intentó controlar el balón en plena área pequeña, cuando debería haber rematado a la primera, un balón servido por Antonio Muñoz tras el saque de una falta. Y posteriormente con un fallo garrafal, de patio de colegio, cuando intentó realizar al borde de su propia área y sobre un jugador rival un autopase, en concreto un sombrero. La interceptación del balón por parte de Javi, acaba en un claro penalti de Cristian. Chaves no falla el lanzamiento y eso que Mejicano adivinó la trayectoria del balón, y pone por delante a los suyos a siete minutos del final. Los postreros intentos villarrenses resultaron baldíos entre la voluntariedad defensiva local y su propia inocencia. Como en aquella acción en el descuento en la que con medio equipo metido en el área local, optaron por jugar en corto un lanzamiento de falta. En resumen, una nueva derrota bajo los mismos parámetros de siempre. El equipo adolece de una preocupante falta de contundencia defensiva, se regalan y se encajan demasiados goles. Mientras que ofensivamente y sobretodo fuera de casa hay que ser mucho más efectivo y más certero. Además de todo esto, estarían las lagunas de concentración, la sabiduría sobre el terreno de juego….. demasiados factores en contra.

 

 

La caída en la tabla clasificatoria es inevitable y el acercamiento a la zona de descenso es evidente. Siete puntos tan solo, una renta que debería preocupar teniendo en cuenta que los villarrenses tan solo han sumado uno de los últimos doce puntos posibles.

Y a todo esto, el próximo domingo día 1 de Febrero (17 horas) visita el Polideportivo Municipal, el actual líder del grupo el Salerm Puente Genil, un equipo que tan solo ha perdido dos, de los dieciséis partidos que ha disputado.