domingo, 20 de octubre de 2013

Una sufrida victoria da oxígeno al Villa del Río.

Crónica partido 6ª jornada de liga de Regional Preferente de Córdoba.
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Villa del Río C.F. 3 C.D. Alcolea Los Ángeles 1

Villa del Río- Pedro, Rubio, Jesús, Cristian, Elena, Jacinto, Muñoz (Sergio Muñoz min. 75), Sergio Robles (Yedres min. 87), Majuelos (Robles min. 87), Prieto y Córdoba (Pedro Jesús min. 33).
Alcolea- Pepe (Ricardo min. 64), Cristian (Paquito min. 66), José Carlos, Calero (Jaime min. 46), Carlos, Álvaro, Juan José, Jorge (Mariano min. 70), Andrés, Chechu (Juanjo min. 32) y Montenegro.
Árbitro: Rodríguez Vilchez. Estuvo asistido en las bandas por Obrero Villén y Moreno Herrera. Amonestó a los locales Jacinto y Prieto y al visitante Montenegro
Goles- 1-0 (min. 41) Pedro Jesús 2-0 (min. 44) Elena 2-1 (min. 79) Carlos Lara 3-1 (min. 92) Robles.
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Incidencias- Unos doscientos espectadores se dieron cita en el Polideportivo Municipal de Villa del Río en una tarde muy calurosa.

Comentario- Firma: FRANCISCO J. GARCÍA

El Villa del Río se llevó la victoria en el duelo de la parte baja de la clasificación tras imponerse con mucho sufrimiento a un Alcolea Los Ángeles que llegaba sumido en unos momentos convulsos tras la inesperada dimisión de su entrenador Antonio Merlo en la noche del pasado viernes. Así que un hombre de la casa, Juan Camacho fue el máximo responsable deportivo de un equipo que vio como una inesperada pájara de cinco minutos le terminó por condenar a una nueva derrota.
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Los locales toman aire tras imponerse en un partido que no pasará a la historia por el fútbol desplegado ya que el juego fue soso y aburrido, lleno de imprecisiones. Los minutos pasaban y no ocurría nada reseñable. Ni juego, ni ocasiones, nada, todo era un continuo aburrimiento ya que el balón pasaba de un equipo a otro sin ninguna coordinación. Los porteros eran dos espectadores de lujo y por destacar alguna acción ofensiva, contar dos remates de Majuelos y Muñoz con mucha intención pero que no encontraron portería. O una falta directa del visitante Calero bien resuelta por Pedro (min. 25). La contienda se encaminaba a su obligado paréntesis cuando ambos entrenadores se vieron obligados a realizar sendas sustituciones por lesión. La entrada de Pedro Jesús en el bando local no pudo ser más decisiva ya que fue juez y parte en los dos primeros goles de su equipo. En apenas cuatro minutos los visitantes echaron por tierra su trabajo con dos graves errores defensivos. El primero tras una internada de Sergio Robles por su banda y su centro pasa entre tres defensores y el portero Pepe sin que ninguno acierte a despejar, por lo que Pedro Jesús se encuentra con un balón franco en boca de gol. Pero es que sin apenas digerir ese mazazo, un centro del propio zurdo marmolejeño es cabeceado por el central Elena que se había sumado al ataque sin que nadie hubiera echado cuentas de él. Con dos a cero y en el descanso cualquier equipo hubiera tenido el partido más que encarrilado. Pero a este Villa del Río le pesa la presión y en la segunda parte, de manera tan sorprendente como extraña, recula tácticamente hacía su propia área y queda a merced de su rival que lógicamente había arriesgado con la entrada de un delantero Jaime por un defensa Calero. Y claro el balón comienza a merodear con peligro por las inmediaciones de la portería de Pedro. A un primer aviso de Andrés (min. 46) le siguió una milagrosa intervención de Jesús que bajo palos evitó con su cuerpo que el remate de Montenegro acabara en gol. Los villarrenses eran incapaces de salir de la cueva, además no lograban mantener la posesión del balón y aunque el partido se les había puesto ideal para las contras, estas carecían de precisión y eran escasas de efectivos. Y claro aunque fuera en jugadas a balón parado y con el corazón más que con la cabeza, tanto va el cántaro a la fuente que al final….llegó el gol visitante.
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 A once del final, Carlos Lara aprovecha un rechace de Pedro tras un cabezazo de Andrés que ya era medio gol. Los viejos fantasmas afloraban en el Polideportivo Municipal y el nerviosismo era generalizado tanto en los graderíos como en el terreno de juego. Encima los villarrenses perdonan lo imperdonable como esa jugada de Sergio Muñoz a Prieto, que sin portero fue salvada in extremis por José Carlos. En el tiempo añadido tras un despeje local desde su propia área, Robles se encuentra con el balón solo y en su propio campo, su frescura física, llevaba cinco minutos en el campo, le permiten arrancar en solitario y definir con solvencia ante la salida de Ricardo. El gol cerraba el partido y evitaba cualquier sorpresa. Tres puntos llenos de oxígeno para este renovado Villa del Río en pleno proceso de acoplamiento.